A veces sólo quisiera salir corriendo. Irme sola a descubrir otros mundos. Hablar con extraños y hacerlos mis amigos.
Experimentar otras cosas.
Hoy quiero salir corriendo. Estoy cansada y frustrada. Llevo meses dando lo mejor de mí y cuando las cosas parecen estar bien, me veo en un reflejo que me dice que todo lo malo que pasa es por mi culpa. Como si yo hiciera que las cosas salieran mal a propósito. Me siento poco valorada y extraño estar enamorada y tener un cómplice.
Pero no huyo. Aquí me quedo. Trató de calmarme, trato de que no me veas llorar.
Hace poco dijiste que tú no quieres casarte porque los adultos pelean. Tal vez todos los adultos somos así. No quiero que pienses eso de nosotros, no quiero que te preocupes por tus papás. No quiero derrumbar tu mundo.
Tampoco quiero que pienses que todo está mal. Es sólo que hay días que estoy cansada y me siento triste.
Busco quien me escuche a la distancia y eso me pone más triste porque hay alguien aquí que es quien me gustaría que me pusiera atención de verdad.
Estoy abrumada. Es como ir en una carrera sin final, cargas de ropa aparecen, dificultades en el trabajo, las cuentas, no tener con quien hablar en casa, estar lejos de lo que conozco y luego que mi pareja me diga "esto que pasó (por ejemplo que te resbales, que te hagas pipi, que no obedezcas) es tu culpa"
Así el día de hoy. Ya no quiero más violencia. Ya lo sabia. Tengo que alejarme. Pero no quiero que te quedes sin tu papá y aquí estoy.
Te amo borrego.
Mamá
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