Hace meses vivimos en Estados Unidos.
Pero hoy, hoy estoy sentada en mi restaurante favorito Elizondo en Satelite. Recordando...
Recuerdo a mi abuelita (ya te he hablado de ella) y me dan ganas de llorar porque no importa cuantas veces venga o en cuantos lugares l busque, nunca la volveré a ver en esta vida y eso me llena de tristeza.
Quisiera contarle de ti, de nosotras, de los patos y cardenales, de los Lagos, de tu forma de bailar.
Sé cuanto amas a tu Abi, yo amo así a mi abuelita y ya no la puedo ver.
Hace mucho estoy triste, pero hasta ahora puedo llorar. Estar aquí y saber que ella siempre pensaba en mí y que mucho que busque nunca voy a tener un amor como el suyo.
Necesitaba estar aquí y desahogarme para poder regresar a vivir mi vida. Llévame algo de aquí conmigo y volver. A nuestra casa, a nuestro green grass como tú le dices, a nuestro little Mexico en Aurora. A disfrutar el verano, sin saber si algún día volvamos, solo viviemdo un día a la vez.
Esto es tan hermoso que sé que viviendo aquí no es igual. Es añorarlo, verlo a distancia y poder volver a estar aquí sentada, con esta enorme taza de café.
Tú estás con Abi, con tu amada Abi y mi corazón sonríe porque sé que se aman y que este tiempo juntas es un tesoro que comparten.
Querida Aria, me gustaría solo ir a la playa, a Veracruz y llorar y soltar todo lonqueemhace estar triste. Todo lo que dejo atras y todo lo que no puede ser. Para poder después caminar de tu mano y la de tu papá a nuestro futuro con paso confiado y libre.
Te amo Aria.
Mamá
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